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Consejos

Colesterol: el bueno, el feo y el malo

 

 

Colesterol: el bueno, el feo y el malo

 

colesterolLlegó la Navidad y la manteca se ha hecho dueña de la mesa; la alegría de las reuniones familiares invita a disfrutar de turrones, mazapanes, polvorones y todo tipo de dulces caseros que alegran el estómago. Todo es saludable con moderación, pero ¿sabemos cómo está nuestro colesterol? ¿Nos hacemos un análisis antes o después de las fiestas navideñas? Hablemos del colesterol.

 

 

¿Qué es el colesterol?

Es una sustancia grasa natural presente en todas las células animales. Es imprescindible para el ser humano, pues a partir de él fabricamos hormonas y vitamina D, da elasticidad a las células, forma ácidos biliares para la digestión de la grasas e interviene en otros muchos procesos básicos para el funcionamiento diario del organismo.

 

Tipos de colesterol

El colesterol llega a nuestro torrente sanguíneo por dos vías:

  • La vía interna: el colesterol que fabrica nuestro hígado y que reparte a todas las células del organismo. Un exceso de fabricación podría producir una hipercolesterolemia (algunas personas están predispuestas genéticamente).
  • La vía externa: el colesterol que ingerimos a través de los alimentos. Es importante no sólo la cantidad total de colesterol que llevan los alimentos que comemos, sino también la calidad de las grasas consumidas (debe ser equilibrado siendo preferibles el predominio de las mono y poliinsaturadas sobre las saturadas). De ello dependerá el nivel de triglicéridos, otro parámetro sanguíneo fundamental en el control lipídico sanguíneo de nuestro organismo.

 

Todo este colesterol circula por la sangre en dos direcciones: el colesterol que va hacia las células (“el malo”’ o LDL) y el que vuelve de las células hacia el hígado (“el bueno” o HDL). La suma de ambos con ciertas correcciones matemáticas nos da unos valores totales en sangre, que es el colesterol total. Si este colesterol total está por encima de 240 mg/dl podremos llamarlo “el feo”, porque sostenido durante muchos años hará que la salud empeore de manera silenciosa e irreversible: como la cal en las tuberías, el colesterol malo se irá depositando en nuestras paredes arteriales, estrechándolas cada vez más.

 

Vigilancia

Debemos vigilar nuestros niveles de colesterol porque es un factor de riesgo cardiovascular. Las personas con niveles superiores a 240 mg/dl tienen el doble de posibilidades de sufrir un infarto que aquellas que tienen niveles inferiores a 200 mg/dl. Está demostrado.

Existen algunos casos de especial vigilancia. Las mujeres de edad media y avanzada presentan un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, especialmente tras la menopausia. Las embarazadas, los diabéticos y las personas con obesidad y vida sedentaria también deben controlar especialmente dichos niveles, sin olvidar tampoco a los niños, pues por desgracia los últimos datos indican que la Región de Murcia está a la cabeza en lo que se refiere a sobrepeso infantil.

 

Prevención

Una dieta equilibrada como la mediterránea y una cierta actividad física son la mejor prevención. Si desea más información, existen dípticos en su farmacia que informan sobre qué alimentos son más o menos recomendables así como su frecuencia de consumo.

Es relativamente sencillo y barato hacerse una analítica rápida. En menos de tres minutos, en su farmacia puede llevarse una idea de cómo tiene el colesterol total… y si está en niveles medio-altos, habrá que tomar alguna medida correctora.

No lo deje para cuando sea tarde, hágase una analítica rápida de colesterol y triglicéridos. Cuide su salud, vigile su colesterol.

Controle su tensión arterial

 

Controle su tensión arterial

 

tension-arterialLa tensión arterial (TA) es la presión que soportan nuestros vasos sanguíneos y depende de complejos mecanismos de regulación de nuestro organismo. Un disgusto, un exceso de sal, el café, un medicamento, el estrés… Además de que ciertas personas están genéticamente predispuestas a padecer hipertensión (HTA) desde una edad temprana, son muchos los factores externos que afectan diariamente a la TA.

 

La HTA como factor de riesgo

Junto con la diabetes, el tabaquismo, el colesterol, los antecedentes familiares, el abuso de alcohol, la obesidad o el sedentarismo, la hipertensión (HTA) es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Cualquiera de estas situaciones, y más si se asocian varias de ellas, incrementan el riesgo de padecer enfermedades más graves o complicaciones en el corazón, riñones, cerebro, ojos y arterias.

 

¿Cómo prevenir?

Independientemente del estilo de vida que llevemos, debemos controlar nuestra tensión con cierta frecuencia. Para saber si una persona es hipertensa, no basta con mediciones aisladas; es preciso confirmar la elevación en varias ocasiones y circunstancias, ya que la TA es muy variable. Teniendo en cuenta que más de la mitad de los españoles mayores de 65 años –especialmente las mujeres– son hipertensos, y que algunos de ellos no lo saben, nos haremos una idea de la importancia de este control.

Una adecuada medición de la TA debe hacerse en las siguientes condiciones:

- En un lugar tranquilo, sin ruidos y a temperatura de 20 a 25º C.

- Reposar sentado cinco minutos antes de la medición.

- Evitar el ejercicio físico, el tabaco, la comida y la bebida –sobre todo el café y el alcohol– durante la hora anterior a la medición.

- La medición se hará con el brazo desnudo, el antebrazo apoyado en la mesa y la espalda en el respaldo de la silla (cualquier movimiento o palabra del paciente pueden alterar la medida e invalidar los resultados).

 

Los aparatos de medida

Aunque el aparato de referencia es el esfigmomanómetro de mercurio, actualmente se usan mucho más los aparatos electrónicos por su gran precisión, facilidad y comodidad de uso. Deben ser aparatos homologados y validados clínicamente y tienen que revisarse cada seis meses. Los esfigmomanómetros aneroides (los de esfera de reloj y aguja) son poco fiables, pues se averían y descalibran con facilidad, por lo que se usan cada vez menos.

Es muy recomendable que los pacientes con HTA tengan su propio aparato de medición en casa y que complementen sus resultados con los obtenidos en las consultas médicas. Existen muchos aparatos para el autocontrol de la tensión arterial, pero solo unos pocos están homologados, por lo que conviene solicitar información profesional de las características, ventajas e inconvenientes de los distintos tipos de tensiómetros.

 

Valores adecuados

Se llama HTA a la elevación sostenida o mantenida de las cifras de TA. Puede ocurrir que estas cifras elevadas correspondan a la TA sistólica (la conocida como ‘alta’), a la diastólica (la ‘baja’) o que ambas estén por encima del máximo recomendable (140 mmHg para la sistólica y 90 mmHg para la diastólica). Nadie debería estar por encima de estos valores límites. Podemos tomar como referencia el siguiente listado:

  • TA óptima: menos de 120 y menos de 80.
  • TA normal: entre 120-129 y 80-84.
  • TA normal-alta: entre 130-139 y 85-89.
  • HTA estadio 1: entre 140-159 y 90-99.
  • HTA estadio 2: entre 160-179 y 100-109.
  • HTA estadio 3: 180 o más para la alta y 110 o más para la baja.

 

Recomendaciones

Si normalmente tiene valores normales de TA, tómese la tensión de vez en cuando. Si padece HTA, lleve un control periódico complementando las medidas de control médicas autocontrol en la farmacia o en su propio domicilio. Un buen control de la tensión arterial es imprescindible para evitar sustos que por desgracia a veces son irreparables. Controle su tensión arterial, cuide su salud.

El día siguiente a la “píldora del día después”

 

El día siguiente a la “píldora del día después”

 

pildora-dia-despuesLa “píldora del día después” (PPD) saltó a la venta sin necesidad de receta médica el 28 de septiembre del año pasado. Por entonces se suscitó un agitado debate social entre partidarios y detractores de dicha medida y hasta hoy las farmacias son las únicas responsables de la dispensación de este medicamento. Sin entrar en valoraciones político-sociales ni en si la educación para la salud que reciben los adolescentes es la más adecuada, es oportuno dar a conocer información sanitaria detallada para advertir de los riesgos y de cómo se debe hacer un uso racional de los medicamentos, aun cuando no necesiten receta médica.

La automedicación de un simple antigripal en un hipertenso podría producirle una subida de tensión; un jarabe para la tos en un paciente con epilepsia podría desencadenarle una crisis aguda; y un medicamento cualquiera podría producir una reacción alérgica grave que nos obligara a salir corriendo en busca de un médico. En definitiva, todo lo que llega a nuestro organismo es susceptible de producir efectos secundarios. Por eso es imprescindible que la persona que va a hacer uso de PPD haga un uso racional de la misma, y para ello deberá saber:

 

  • Las contraindicaciones y las especiales precauciones de uso de la PPD en lo referente a problemas de salud que haya padecido o padezca el paciente.
  • Que la PPD es un medicamento de uso excepcional para casos de emergencia y no debe usarse como sustituto de un método anticonceptivo regular.

 

Pensemos que una pareja sufre la rotura del preservativo durante una relación sexual y la mujer toma de urgencia este medicamento para prevenir un embarazo no deseado. Al no necesitar receta, la chica podría comprar el medicamento y, si le va bien y no ha experimentado efectos secundarios, usarlo habitualmente creyendo que no pasa nada. Sería sin duda un grave error; de hecho, la eficacia del PPD es inferior a la del preservativo, los anticonceptivos orales u otros métodos, de manera que podría quedarse embarazada igualmente, y además hace que aumenten las posibilidades de un embarazo ectópico (un embarazo anormal donde el feto se desarrolla fuera del útero), con las complicaciones que eso supone.

¿Por qué arriesgarse a llegar a esta situación si existen maneras de evitarlo? Démosle a los medicamentos la importancia que tienen. Debemos usarlos cuando realmente los necesitamos. Valore siempre la consulta a su médico y pregunte en su farmacia cuantas dudas tenga. Intentaremos aconsejarle bien. Su salud es lo primero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EFECTOS SECUNDARIOS Y CONSEJOS AL PACIENTE

 

⇒ Los principales efectos adversos de la PPD son: náuseas, retraso de la menstruación de más de siete días, hemorragias irregulares, sangrado no relacionado con la menstruación, cefalea, mareos y fatiga. También pueden aparecer vómitos, dolor abdominal o aumento de la sensibilidad en los senos.

 

⇒ En caso de vómito durante las tres horas siguientes a la toma, se recomienda repetirla inmediatamente.

 

⇒ Es posible que la siguiente menstruación pueda verse alterada: puede adelantarse o retrasarse algunos días y ser más o menos abundante.

 

⇒ Si el período sufre más de una semana de retraso, si experimenta dolor abdominal intenso (síntoma de que puede hacer sospechar de embarazo ectópico) o síntomas de embarazo, visite a su médico.

 

⇒ La anticoncepción de urgencia debe ser empleada solamente en situaciones de emergencia, pues la administración reiterada está desaconsejada (debido a la posibilidad de alteraciones graves en el ciclo y el riesgo de transmisión de infecciones de transmisión sexual).

Degeneración macular asociada a la edad

 

Degeneración macular asociada a la edad

 

degeneracion-macularMuchas personas desconocen la importancia de cuidar adecuadamente su vista a partir de los cincuenta años. Hacerlo es fundamental, entre otras cosas, porque la retina se deteriora con el paso del tiempo. Este hecho puede dar lugar a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la mácula, el área central de la retina. Se trata de una parte muy importante del ojo, ya que la mácula es la responsable de la visión central directa, necesaria para actividades de la vida diaria como leer, identificar las caras de las personas, ver la hora, conducir, coser o marcar un numero de teléfono.

 

La retina y la mácula

Si comparáramos el ojo con una cámara de fotos, la retina sería la película. La retina es una capa de células fotosensibles capaces de captar las imágenes enfocadas por el cristalino, convertirlas en impulsos nerviosos y transmitirlas directamente al cerebro, que es capaz de descifrar la imagen. Así se hace posible el milagro de ver.

En el centro de la retina se encuentra, como hemos dicho, la mácula, un conjunto de células responsables de dar nitidez, definición, brillo y la gama de color a las imágenes captadas por el ojo.

 

Síntomas más frecuentes

Los síntomas más frecuentes de la DMAE son: visión borrosa, percepción ondulada de líneas rectas, punto negro en el campo visual y sensación de falta de luz. Si no se tratan, estos síntomas pueden progresar rápidamente y provocar una pérdida de visión que afecte a la capacidad para realizar la mayoría de actividades cotidianas.

 

Diagnóstico y detección precoz

El diagnóstico es muy importante y se consigue mediante revisiones periódicas de fondo de ojo. La detección precoz es un factor clave en el abordaje de esta enfermedad, dado que cuanto antes se diagnostique, más eficaz será el tratamiento que pueda aplicarse. Por ello es vital consultar al oftalmólogo en cuanto se revelen los primos síntomas, así como acudir a éste de forma periódica para poder detectar a tiempo cualquier anomalía.

 

Consejos desde la rebotica

El tratamiento preventivo consiste en aportar un complemento nutricional a base de luteína, DHA, vitaminas y minerales, todos ellos elementos de gran potencia antioxidante. Consulte a su farmacéutico. También recomendamos recurrir a la rejilla de Amsler, una de las pruebas que permiten detectar los primeros síntomas de sospecha de la enfermedad. En su farmacia puede realizarse esta sencilla prueba y comprobar así el buen estado de la mácula de su retina.

Cuide su vista, cuide su salud.

El sobrepeso y la obesidad: problemas de salud pública

 

El sobrepeso y la obesidad: problemas de salud pública

 

sobrepesoEl sobrepeso y la obesidad están alcanzando niveles preocupantes en el mundo occidental. Según los estudios del Institute of European Food Studies, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en el conjunto de la población española de entre 25 y 60 años está rondando el 50%. Además, la Región de Murcia figura a la cabeza en el ranking de comunidades en lo que a sobrepeso infantil se refiere, por lo que el futuro no pinta tampoco muy halagüeño.

Parece una contradicción que la dieta mediterránea sea alabada como la más saludable y que, sin embargo, en los países mediterráneos la prevalencia de la obesidad doble la de los países del norte de Europa. ¿Estamos abandonando nuestra dieta tradicional? ¿Hemos empeorado nuestros hábitos alimentarios y los de nuestros hijos?

Esta epidemia en expansión provoca que año tras año aparezcan tratamientos milagro para adelgazar y perder peso. Todos buscamos una pastilla fantástica que “se coma la grasa” que previamente hemos ingerido en forma de buen bocata de chorizo frito. ¿Existe esta pastilla fantástica o es mejor prevenir?

Lo primero es distinguir sobrepeso de obesidad. Para ello debemos pesarnos y medirnos y a partir de ahí calcular nuestro índice de masa corporal (IMC), la medida diferencial que nos orientará para saber si nuestro peso es adecuado o no y que se calcula dividiendo el peso en kilos por la altura en metros elevada al cuadrado. Hoy día es fácil encontrar en la farmacia una báscula que nos calcule dicho IMC y además nos determine el porcentaje de grasa corporal. Se consideran como sujetos obesos a quienes presentan porcentajes de grasa por encima del 25% en hombres y del 33% en mujeres. El sobrepeso nos indica que tenemos que llevar cuidado, que estamos acumulando grasa, es una situación de riesgo; la obesidad en cambio es una situación de enfermedad crónica, de peligro real, que debe llevar tratamiento y medidas inmediatas.

 

Causas de la obesidad

En la aparición de obesidad influyen múltiples factores conocidos, como los estilos de vida (alimentación desequilibrada y sedentarismo), factores sociológicos o alteraciones metabólicas, pero juega un papel determinante la existencia de componentes hereditarios (se calcula que determinan el 30% de los casos).

 

Consecuencias 

La obesidad reduce la esperanza de vida. El riesgo de complicaciones aumenta en las personas con un IMC superior a 30 kg/m2; las posibilidades de una muerte, especialmente por enfermedades cardiovasculares, aumentan entre un 50 y un 100% respecto a las personas con un IMC normal. Cada vez es más importante el índice cintura/cadera (“barriga amplia”), correlacionado directamente con la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

 

Tratamiento

Las principales armas terapéuticas disponibles son la dietoterapia, el ejercicio físico, el tratamiento psicoterapéutico, la terapia farmacológica y el tratamiento quirúrgico, fundamentalmente la cirugía bariátrica (obesidad mórbida). Actualmente sólo existe un medicamento aprobado por la Agencia Española del Medicamento como terapéutica eficaz para la pérdida de peso. Siempre debe llevar un control médico o un seguimiento farmacéutico.

Si está pensando que necesita perder peso, no pierda la cabeza, realice una consulta profesional para que le indiquen cómo combatir su problema. En su farmacia pueden ayudarle.

 

 

 

IMC = peso (kg) / talla (m2)

 

Diagnóstico IMC

 

 

Valores límite

 

 

Peso insuficiente

Peso normal

Sobrepeso grado I

Sobrepeso grado II:

 

 

< 18,5

18,5 a 24,9

25 a 26,9

27 a 29,9

 

Obesidad:

Tipo I

Tipo II

Tipo III (mórbida)

Tipo IV (extrema)

 

 

30 a 34,9

35 a 39,9

40 a 49,9

> 50

 

 

 

 

 

OJO: para el anuncio, quitar “abierto de lunes a sábado de 9 a 22 horas” y poner:

 

Abierto 365 días al año de 9 a 22 horas

(incluidos domingos y festivos)

 

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