El día siguiente a la “píldora del día después”
El día siguiente a la “píldora del día después”
La “píldora del día después” (PPD) saltó a la venta sin necesidad de receta médica el 28 de septiembre del año pasado. Por entonces se suscitó un agitado debate social entre partidarios y detractores de dicha medida y hasta hoy las farmacias son las únicas responsables de la dispensación de este medicamento. Sin entrar en valoraciones político-sociales ni en si la educación para la salud que reciben los adolescentes es la más adecuada, es oportuno dar a conocer información sanitaria detallada para advertir de los riesgos y de cómo se debe hacer un uso racional de los medicamentos, aun cuando no necesiten receta médica.
La automedicación de un simple antigripal en un hipertenso podría producirle una subida de tensión; un jarabe para la tos en un paciente con epilepsia podría desencadenarle una crisis aguda; y un medicamento cualquiera podría producir una reacción alérgica grave que nos obligara a salir corriendo en busca de un médico. En definitiva, todo lo que llega a nuestro organismo es susceptible de producir efectos secundarios. Por eso es imprescindible que la persona que va a hacer uso de PPD haga un uso racional de la misma, y para ello deberá saber:
- Las contraindicaciones y las especiales precauciones de uso de la PPD en lo referente a problemas de salud que haya padecido o padezca el paciente.
- Que la PPD es un medicamento de uso excepcional para casos de emergencia y no debe usarse como sustituto de un método anticonceptivo regular.
Pensemos que una pareja sufre la rotura del preservativo durante una relación sexual y la mujer toma de urgencia este medicamento para prevenir un embarazo no deseado. Al no necesitar receta, la chica podría comprar el medicamento y, si le va bien y no ha experimentado efectos secundarios, usarlo habitualmente creyendo que no pasa nada. Sería sin duda un grave error; de hecho, la eficacia del PPD es inferior a la del preservativo, los anticonceptivos orales u otros métodos, de manera que podría quedarse embarazada igualmente, y además hace que aumenten las posibilidades de un embarazo ectópico (un embarazo anormal donde el feto se desarrolla fuera del útero), con las complicaciones que eso supone.
¿Por qué arriesgarse a llegar a esta situación si existen maneras de evitarlo? Démosle a los medicamentos la importancia que tienen. Debemos usarlos cuando realmente los necesitamos. Valore siempre la consulta a su médico y pregunte en su farmacia cuantas dudas tenga. Intentaremos aconsejarle bien. Su salud es lo primero.
EFECTOS SECUNDARIOS Y CONSEJOS AL PACIENTE
⇒ Los principales efectos adversos de la PPD son: náuseas, retraso de la menstruación de más de siete días, hemorragias irregulares, sangrado no relacionado con la menstruación, cefalea, mareos y fatiga. También pueden aparecer vómitos, dolor abdominal o aumento de la sensibilidad en los senos.
⇒ En caso de vómito durante las tres horas siguientes a la toma, se recomienda repetirla inmediatamente.
⇒ Es posible que la siguiente menstruación pueda verse alterada: puede adelantarse o retrasarse algunos días y ser más o menos abundante.
⇒ Si el período sufre más de una semana de retraso, si experimenta dolor abdominal intenso (síntoma de que puede hacer sospechar de embarazo ectópico) o síntomas de embarazo, visite a su médico.
⇒ La anticoncepción de urgencia debe ser empleada solamente en situaciones de emergencia, pues la administración reiterada está desaconsejada (debido a la posibilidad de alteraciones graves en el ciclo y el riesgo de transmisión de infecciones de transmisión sexual). |